Ante el nuevo paradigma al que nos enfrentamos en este inicio de curso creemos que docentes y familias debemos reforzar el cuidado de la salud emocional y psicológica de nuestros hijos e hijas, además de la salud física. Desde La Caléndula necesitamos aportar alguna semillita y se nos ocurre aportar ideas y recursos que puedan ayudar a reforzar este apoyo tanto en las aulas como en nuestros hogares. Este año los más pequeños van a enfrentarse a un nuevo modo de relacionarse y creemos especialmente importante guiarlos y acompañarlos para que las consecuencias sean lo menos perjudiciales para su desarrollo. Y es que, como decía el psicólogo Alberto Soler días atrás «La OMS define la salud como un estado completo de bienestar a nivel físico, mental y social, y no solo la ausencia de enfermedad». Los niños son además el sector poblacional más vulnerable por ser los que más necesitan el contacto y el desarrollo de un apego seguro en sus grupos de convivencia
Proponemos empezar hablando de lleno de lo que a ellos más les preocupa, de esos besos y abrazos que no podrán darse de momento para que así nada más comenzar puedan compartir sus sentimientos, miedos e inquietudes, generar debate y ayudarles a comprender y aceptar la importancia de mantener las distancias, el uso de mascarillas y el lavado frecuente de manos. Hablar abiertamente de la situación les hará sentirse partícipes de las decisiones ayudándolos a aceptar mejor la situación, lo mejor es el dialogo directo y la confrontación permanente de los temores. Educar siempre es la mejor manera de evitar el impacto emocional que genera la incertidumbre. Es importante que los niños se sientan seguros de hablar abiertamente de lo que sienten y que se comprenda que sus temores tienen sentido para ellos, para así mismo poder hablar sobre ellos y darles la seguridad que necesitan de estar protegidos.
Es muy importante transmitirles a su vez calma y el mensaje de que estas medidas son algo temporal, es una situación complicada pero se está trabajando para mejorar los tratamientos y crear una vacuna. Educar siempre es la mejor manera de evitar el impacto emocional que genera la incertidumbre.¡¡Los besos y abrazos volverán!!
Mientras tanto queremos aportar ideas para acompañarlos como mejor sabemos nosotras, utilizando algunos cuentos que hemos seleccionado para ello. Para esta primera entrada os proponemos:
¿DE QUÉ COLOR ES UN BESO? de Rocío Bonilla y Algar editorial
Es un cuento precioso que invita a los niños a pensar, a usar la imaginación y, por supuesto, invita al diálogo. El libro parte de algo tan simple como un beso, que para cualquier adulto sería de color rojo o rosa, al igual que el color de nuestros labios. Pero, que para los niños aún puros e inmaculados de imaginación pueden representarse de cualquier color que se propongan.
Y es que existen muchos tipos de besos que podemos ir asociando a distintos colores… Y así hasta conocer que existen tantos colores en los besos, como colores en el Arco Iris
Después de trabajar el cuento en clase, cada niño pensará en la pregunta que lanzaremos al grupo: ¿ De qué color son para ti los besos?
Daremos un tiempo para que elijan el color o colores y piensen las razones. Después cada niño dirá el color que ha elegido para su beso y nos explicará los motivos de su elección. Finalmente podemos decorar el aula con besos de todos los colores para lo que podemos elegir diferentes técnicas o manualidades según la edad o lo que más nos apetezca.
En la etapa de primaria podemos preparar un «Buzón de Besos y Abrazos» que sirva para que puedan enviarse mensajes, besos, dibujos … dejando claro que solo es para mensajes positivos, o expresar sus emociones. Al lado del buzón los alumnos dispondrán de hojas en varios tamaños y distintos colores. Se puede establecer una hora semanal para abrirlo y leer los mensajes en voz alta para comentarlos y seguir trabajando sus emociones en grupo. Un buzón en el aula es un recurso didáctico que favorece el acercamiento a las letras por parte de niños y niñas de forma lúdica y motivadora fomentando la creatividad y la lectoescritura. Además este material promueve la actividad autónoma del niño o niña y la relación con los compañeros. Es una propuesta sencilla y muy económica que permite la realización de múltiples actividades en el aula, además permite trabajar de forma globalizada diferentes aspectos, desde conocer el entorno o descubrir nuestros sentimientos y expresarlos, hasta el uso de diferentes lenguajes.
A través de este tipo de juegos mejoramos las relaciones entre los miembros del grupo-clase, aprendemos a expresar el afecto a través de palabras, abrazos,… y creamos espacios de confianza y diversión. ¡¡Llenemos las aulas con los besos que no podemos darnos!!
