Hoy queremos sacar a debate la educación, a propósito de este vídeo que se ha hecho viral y ya ha dado la vuelta al mundo.
Hace tiempo que son muchas las voces que se cuestionan algunos aspectos básicos de nuestro sistema educativo relacionados con cosas tan de principios como el qué o el cómo se enseña y, por supuesto, cómo se evalúa ese conocimiento. Cada vez son más voces las que claman por modelos alternativos de enseñanza que, por otro lado, día a día (aunque muy lentamente) van ganando espacio. Sin embargo, el sistema educativo en este país y los encargados de diseñarlo desde arriba parecen no tenerlo muy en cuenta. A la conocida y antigua crisis política se suma la relacionada con la educación, o tal vez ambas son la misma. El caso es que, como bien es señalado por una gran mayoría de la sociedad, este país necesita un gran pacto de la educación y no continuos cambios de leyes conforme van cambiando los gobiernos.
Aún así, toca plantearse aquí, si se llegara a un gran pacto por la educación, ¿contarían por una vez con los profesionales de la educación, o seguirían formulando las leyes de espaldas a ellos y convirtiendo el sistema educativo en algo mucho más parecido a una labor burocrática? El sistema educativo se tambalea y es, cada día, más evidente: se realizan campañas en contra de la gran cantidad de actividades que mandan para casa a los niños, los modelos de educación alternativa siguen creciendo, los índices de de abandono y fracaso escolar siguen a la cabeza de los países de la unión, la partida presupuestaria dedicada a la educación sigue muy por debajo de la media de nuestros vecinos, etc.
Pareciera que hay poco lugar para la esperanza, pero como la esperanza es lo último que se pierde, somos muchos los que no nos resignamos y nos empeñamos en ver una pizca de ella en algún rincón. Y la vemos. Y no vemos una pizca, sino un buen manojo, si miramos a la educación infantil. Desde hace años los profesionales de la educación infantil parecen ser los únicos en haberse dado cuenta de qué debería ir esto. Primero empezaron trabajando por proyectos y, posteriormente han ido introduciendo cada vez más elementos como los “Rincones de Juego” que contemplan claramente el deseo de cada pequeño de marcar su propio ritmo de aprendizaje. Estos “rincones” van apareciendo poco a poco en las aulas, de modo que algunas madres y padres nos llevamos la sorpresa de encontrárnoslo en las clases de nuestros propios hijos. Sin duda, esta labor no sería posible sin la valentía y las ganas de innovar de las profes y los profes que se atreven a llevarlo a cabo. Gracias!! Finalmente, otro aspecto elemental y clave para agarrarnos a que tal vez existe futuro para la educación es ver el papel que va adquiriendo la Educación Emocional. Cada día más presente, pareciera que ya nadie la puede ignorar. Los profesionales de infantil le dedican cada vez más tiempo y se preocupan de tratarla mediante cuentos como “El Monstruo de Colores”, o el “Emocionario” convertidos a día de hoy en clásicos del siglo XXI. También ayudan a llevar a cabo este fin películas como “Inside Out” o “Rincones de Juego” dedicados especialmente a las emociones.
Creando esas mimbres, sí podemos decir que hay esperanza. Aunque nadie dijo que fuera fácil. La transición de estos modelos educativos a otras etapas como primaria o secundaria serán el gran reto, y este reto será mayúsculo, cuando no insalvable, si toda la comunidad educativa no lo reclama para sí como el mejor camino posible para la educación del futuro.
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